Dos noticias…y dos preguntas

Desahucio de una familia
Fuente: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article12767

Dos noticias se han solapado estos días en los diarios y en los noticieros. La primera señala el aumento de la pobreza en el mundo; la fuente es poco sospechosa, se trata de Robert Zoellick presidente del Banco Mundial. Atribuye este hecho al aumento de los precios de los combustibles y de los alimentos: por ello el mundo tiene 44 millones más de pobres que hace un año. La segunda también tiene un autor poco sospechoso de heterodoxia económica o de simpatías socializantes: es el director del FMI, Dominique Strauss-Kahn. Dice que la recuperación económica va afianzándose poco a poco pero que no hay creación de empleo. Es decir que los beneficios de las empresas van mejorando pero que los trabajadores siguen perdiendo sus empleos.
Lancemos ahora la primera pregunta pertinente: ¿a quién está favoreciendo la salida de la crisis? La respuesta no parece muy difícil. Los Estados han ayudado ingentemente a sus sistemas financieros, y lo siguen haciendo (salvo Islandia, por ahora) evitando su hundimiento; el capital financiero puede seguir especulando ahora con alimentos y combustibles (ya nos lo ha dicho Zoellick)  y obteniendo buenos dividendos. Mejoran los beneficios de las empresas, miren sino los beneficios de las grandes empresas españolas, por ejemplo.
La segunda pregunta es la otra cara de la moneda: ¿a quién está perjudicando la salida de la crisis? A los trabajadores y las clases medias. Se desmantela el Estado de Bienestar (que dicen genera enormes déficits mientras que las ayudas a los bancos, al parecer, no), se rebajan los salarios o se suprimen los empleos, se encarecen los alimentos, aumenta la pobreza,… Las respuestas, aunque contradigamos a Bob Dylan, no están en el viento.
Las consecuencias sociales de esta crisis aún están apareciendo. Las revueltas del mundo árabe tienen algo que ver con ella, la recuperación de los movimientos sociales en EE UU ante las medidas neoliberales de los republicanos, allá donde gobiernan, también es un síntoma, lo mismo que el creciente malestar y las protestas en Cataluña por los recortes sanitarios. Es la lógica de las cosas.

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