El movimiento 15M
Fuente: http://movimiento15m.org
El movimiento del 15M sigue estando en el candelero. Su visibilidad mediática se basa en el principio de la acción permanente: marchas, campamentos, asambleas, concentraciones solidarias, etc. En los momentos en que escribo esto están convirtiendo el intento de retornar a la Puerta del Sol en su principal "casus belli".
Parece evidente que importantes sectores sociales, sobre todos de las clases populares y medias, se sienten identificados con los postulados del movimiento. Hasta ahora, por tanto, el movimiento 15M es un síntoma de la mala situación económica, social y política; es, en otras palabras, un síntoma de la crisis.
Pero la dificultad para que el movimiento trascienda puede venir en el futuro. Una cosa es mostrar un malestar, protestar por la manera en que nos está afectando la crisis económica, por las incapacidades y corruptelas políticas, etc., y otra muy distinta proponer soluciones y llevarlas a cabo. Para esta segunda fase es necesario una vertebración política porque es necesario tener poder para aplicar las medidas que se proponen. La España de 2011 no es la Atenas de Pericles en el siglo V a.C.; una sociedad contemporánea desarrollada no puede funcionar en base a movimientos sociales asamblearios, ni siquiera con la ayuda de las redes sociales y la telefonía móvil. Es en este paso donde, por el momento, se encuentra el principal talón de Aquiles del movimiento: su falta de proyectabilidad política.
Pronto llegarán las elecciones del 20N y el movimiento tendrá que adoptar una postura frente a ellas. La abstención solamente favorecerá a los partidos mayoritarios, la decantación por los partidos de una determinada línea ideológica podría clarificar su opcionalidad, incluso pactando su apoyo. Mantenerse tal cual no parece una solución porque quedar reducido a ser un movimiento antisistema entraña perder cualquier posibilidad de influir en la creación de una respuesta popular a la crisis.
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